Mirena®

Preguntas frecuentes

A continuación hallará respuestas a algunas preguntas frecuentes sobre Mirena®. La ayudarán a la hora de evaluar las opciones de anticoncepción adecuadas para las mujeres en su práctica clínica.

  • Mirena® es un método anticonceptivo reversible de acción prolongada que puede ser particularmente útil en mujeres con sangrado menstrual abundante.

  • Mirena® está indicado para uso anticonceptivo hasta 8 años y como opción de tratamiento para la menorragia idiopática hasta 5 años, y si los síntomas no vuelven a aparecer después de las primeros 5 años, se puede considerar su uso hasta un máximo de 8 años.

     

    Si una mujer desea continuar utilizando el mismo método, Mirena® se puede sustituir por un nuevo sistema en el momento de su extracción.

  • Las reacciones adversas son más frecuentes durante los primeros meses después de la inserción de Mirena® y se reducen con el uso prolongado. Entre las reacciones adversas frecuentes de Mirena® (pueden afectar entre 1 y 10 de cada 100 mujeres) figuran:

     

    • Estado de ánimo deprimido/depresión
    • Nerviosismo
    • Disminución de la libido
    • Cefalea
    • Mareos
    • Dolor abdominal
    • Náuseas
    • Acné
    • Dolor de espalda
    • Dolor pélvico
    • Dismenorrea
    • Flujo vaginal
    • Vulvovaginitis
    • Mastalgia
    • Dolor de mama
    • Expulsión del dispositivo intrauterino
    • Aumento de peso

     

    Entre las reacciones adversas muy frecuentes (que ocurren en más del 10 % de las usuarias) figuran la hemorragia uterina/vaginal incluido manchado, oligomenorrea, amenorrea y quistes ováricos benignos.

     

    Para obtener una lista completa de las posibles reacciones adversas, consulte la ficha técnica de del producto. Si una mujer presenta efectos secundarios, debe consultar a un médico, farmacéutico o enfermero, incluso si se trata de posibles efectos secundarios que no aparecen en el prospecto del anticonceptivo.

     

    Es importante notificar sospechas de reacciones adversas al medicamento tras su autorización. Ello permite una supervisión continuada de la relación beneficio/riesgo del medicamento. Se invita a los profesionales sanitarios a notificar las sospechas de reacciones adversas a través del Sistema Español de Farmacovigilancia Medicamentos de Uso Humano: https://www.notificaram.es.

  • El aumento de peso se ha registrado como frecuente en mujeres que usan Mirena® (puede afectar entre 1 y 10 de cada 100 mujeres)

  • Se ha registrado depresión en entre 1 y 10 de cada 100 mujeres que usan Mirena®.

     

    No hay datos claros para establecer si existe mayor riesgo de pensamientos y tendencias suicidas asociados al uso de anticonceptivos hormonales. El estado de ánimo depresivo y la depresión son reacciones adversas conocidas del uso de anticonceptivos hormonales. La depresión puede ser grave, y es un factor de riesgo bien conocido de las tendencias suicidas y el suicidio. Se debe recomendar a las mujeres que consulten a su médico en caso de cambios en el estado anímico y síntomas depresivos, incluidos los que aparezcan poco después de iniciar el tratamiento.

  • Está comprobado que Mirena® afecta a los ciclos menstruales de las mujeres. Las mujeres que usan Mirena® pueden presentar un sangrado más ligero o algo de manchado (sangrado leve entre períodos) y sangrado irregular durante los primeros meses de tratamiento después de la colocación. Algunas mujeres pueden presentar un incremento inicial del manchado durante los primeros meses de uso, antes de que se logre una reducción del sangrado. Sin embargo, en general, es probable que las mujeres tengan menos días de sangrado cada mes y puede ser que finalmente no tengan el periodo. Esto se debe al efecto del levonorgestrel sobre el revestimiento del útero.

     

    Para las mujeres con menorragia, Mirena® suele dar lugar a periodos menos abundantes y puede disminuir el sangrado hasta en un 90 % en el ciclo 3 y un 96 % en el ciclo 6.

  • La fertilidad se restaura inmediatamente, por lo que se puede producir la concepción desde el primer ciclo después de la extracción de Mirena®. Los estudios han sugerido que el 80 % de las mujeres que interrumpen el uso de Mirena® para un embarazo planificado se quedan embarazadas en el plazo de un año.

  • En caso de embarazo accidental con Mirena®, el sistema se debe extraer lo antes posible, dado que la permanencia in situ de cualquier anticonceptivo intrauterino puede incrementar el riesgo de aborto y de parto pretérmino. La retirada de Mirena® o la exploración del útero también pueden dar lugar a un aborto espontáneo. Debe descartarse un embarazo ectópico.

     

    Si una mujer desea continuar la gestación y no se pudiera extraer el sistema, se le debe informar sobre el aumento de los riesgos y las posibles consecuencias de un parto prematuro para el neonato. Se deben vigilar estrechamente dichas gestaciones. Se debe recomendar a la mujer que notifique cualquier síntoma que indique complicaciones de la gestación, tales como el dolor espástico abdominal con fiebre. Además, no se puede excluir un mayor riesgo de efectos virilizantes en el feto femenino debido a la exposición intrauterina a levonorgestrel. Se han dado casos aislados de masculinización de los genitales externos del feto femenino tras la exposición local a levonorgestrel durante el embarazo con un SLI de LNG colocado.

     

    Para obtener más información y una lista completa de contraindicaciones, consulte a ficha técnica de Mirena®.


    • 1
      Mirena® Ficha técnica del producto (ver sección ficha técnica)
    • 2
      European Medicines Agency. PRAC assessment on the use of combined hormonal contraception and suicidality. Disponible en: https://www.ema.europa.eu/documents/prac-recommendation/prac-recommendations-signals-adopted-1-4-october-2018-prac-meeting_en.pdf [Accedido en septiembre 2022].
    • 3
      Reid PC y Virtanen-Kari S. BJOG 2005;112(8):1121–1125.
    • 4
      Andersson K, Batar I y Rybo G. Contraception 1992;46(6):575–584.